la calle


La calle… desde mi ventana era una tormenta de personas y animales yendo en ambos sentidos y un millón de cosas que aparentaban estar estáticas. La calle era una aluvión de ocurrencias, era un interminable baile de colores y movimientos, de contrastes, armonías y misterios… me hizo contemplativo.

La calle fue una escuela diferente, dictó sus lecciones en el corazón y las escribí en el alma. La calle me inspiró, me aconsejó y me sorprendió.

La calle era una aluvión de ocurrencias… y un día quice ser parte de ella.